¿Se acabaron las adquisiciones asesinas después de Illumina/Grail?

En una decisión histórica del 3 de septiembre de 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) anuló la prohibición impuesta por la Comisión Europea de la adquisición de GRAIL, una empresa de diagnóstico del cáncer, por parte de Illumina por 7.100 millones de dólares. Este fallo tiene importantes implicaciones para el control de fusiones en la UE, especialmente en lo que respecta a la jurisdicción de la Comisión sobre transacciones que involucren a empresas con ingresos mínimos o nulos dentro de la UE.

Antecedentes de la fusión Illumina/GRAIL

Illumina, un líder estadounidense en secuenciación genética, buscaba adquirir GRAIL, una empresa que originalmente había escindido en 2016. GRAIL se especializa en tecnologías para la detección temprana del cáncer, pero, en el momento de la fusión, no tenía ingresos significativos ni operaciones dentro de la Unión Europea. A pesar de esto, la Comisión Europea invocó el artículo 22 del Reglamento de Fusiones de la UE (EUMR) para revisar la transacción, una medida que tradicionalmente se reserva para casos en los que las autoridades nacionales de competencia solicitan la intervención de la Comisión. La Comisión expresó su preocupación de que la fusión pudiera sofocar la innovación y reducir la competencia en el emergente mercado de pruebas para la detección temprana del cáncer. Como resultado, en 2022, prohibió la adquisición e impuso una multa de 432 millones de euros a Illumina por proceder sin la aprobación regulatoria.

Fallos del TJUE y sus implicaciones

La sentencia del TJUE de septiembre de 2024 anuló la decisión de la Comisión, indicando que esta carecía de la autoridad para evaluar la fusión bajo el artículo 22, ya que la transacción no cumplía con los umbrales de ingresos establecidos por la UE y GRAIL no tenía presencia significativa en el mercado de la UE. El Tribunal destacó la importancia de los límites claros de jurisdicción, afirmando que la Comisión no puede extender su alcance a transacciones sin una conexión sustancial con el mercado europeo. Este fallo no solo anuló la prohibición, sino que también invalidó la considerable multa impuesta a Illumina. La decisión subraya la necesidad de que la Comisión Europea se adhiera estrictamente a sus límites jurisdiccionales, asegurando la certeza jurídica para las empresas que participan en fusiones y adquisiciones.

Mandato de la comisaria Teresa Ribera para revisar las directrices de fusiones

Tras el fallo del TJUE, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, encargó a la comisaria Teresa Ribera la revisión y modernización de la política de competencia de la UE, centrándose específicamente en las directrices sobre control de fusiones. Este mandato incluye una reevaluación exhaustiva de las Directrices sobre Fusiones Horizontales (HMG, por sus siglas en inglés) para abordar los desafíos planteados por las denominadas «adquisiciones asesinas», en las que las empresas establecidas adquieren start-ups innovadoras para prevenir competencia potencial. La carta de mandato destaca la necesidad de equilibrar los indicadores tradicionales de competencia con consideraciones sobre resiliencia, eficiencia, innovación y los imperativos estratégicos de la economía europea. Esta iniciativa tiene como objetivo perfeccionar el marco de control de fusiones de la UE, asegurando que siga siendo robusto frente a prácticas anticompetitivas, al mismo tiempo que fomente un entorno propicio para la innovación y la competitividad.

Análisis de la revisión de las directrices de fusiones

La decisión del TJUE en el caso Illumina/GRAIL resalta las complejidades inherentes a la regulación de fusiones en sectores que evolucionan rápidamente y están impulsados por la innovación. Si bien es encomiable la intención de la Comisión de revisar las fusiones potencialmente anticompetitivas, la sentencia pone de manifiesto las limitaciones de aplicar marcos existentes a transacciones que involucren empresas con presencia mínima en la UE.

El mandato de la comisaria Ribera para revisar las HMG presenta una oportunidad para reajustar el enfoque de la UE en el control de fusiones. Incorporar consideraciones sobre innovación y dinámica de mercado es esencial, especialmente en sectores donde los umbrales tradicionales basados en los ingresos pueden no reflejar adecuadamente la importancia competitiva. Sin embargo, la expansión de la jurisdicción de la Comisión debe abordarse con cautela para evitar un exceso de intervención y garantizar claridad jurídica para las empresas.

Un enfoque matizado podría implicar el desarrollo de criterios alternativos de evaluación que capturen el potencial competitivo de las tecnologías emergentes y las start-ups, incluso en ausencia de ingresos significativos actuales. Además, fomentar la colaboración con las autoridades nacionales de competencia podría mejorar la detección y evaluación de fusiones potencialmente perjudiciales sin ampliar desmesuradamente el alcance de la Comisión.

En conclusión, la revisión de las directrices de fusiones de la UE es un paso crítico hacia la alineación de la política de competencia con las realidades de los mercados modernos impulsados por la innovación. Encontrar el equilibrio adecuado entre la vigilancia en la aplicación de las normas antimonopolio y la promoción de un paisaje dinámico y competitivo será clave para mantener la resiliencia económica y el liderazgo tecnológico de la UE.